Iniciamos con una temperatura fría, pero aceptable que fue mejorando según avanzaba la mañana. El personal congregado aceptabilísimo como siempre, incluyendo despistes horarios en alguno de ellos, por lo que nos recibió con vitores y aplausos cuando nos vió a aparecer tras 1h. de heladora espera (Gorka).
Salimos hacia los galachos de Juslibol por la pista del Ebro, nos encontramos con un titán de la bici (Miguel A.) que nos informa sobre los apalanques barrosos que se nos avecinan, llegamos al Centro de interpretación tras enfangarnos, sufriendo algún aterrizaje forzoso sobre ribazos zarzeros (Blas) y haciendo labores de limpieza y desbroce: árbol atravesado.¡¡¡¡Anda que no somos Multifacéticos¡¡¡¡
Hacemos aguas, risas, respiraciones enfrentando narices y nos lanzamos hacia el Mirador del Ebro en Alfocea, en el que tras un impresionante explaye visual de horizontes lejanos y un pequeño refrigerio nos volvemos a lanzar en un pedaleo vertiginoso descendente hacia Monzalbarba, donde nos topamos con el inevitable aperitivo dominguero. El regreso cómodo y muy cálido, tanto por el sol que nos acompaña como por el buen rollo que llevamos por dentro.
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