Salvando las inclemencias climatológicas y resaqueras noctámbulas de la estupenda Fiesta de Inauguración de nuestro nuevo local, esta mañana nos hemos lanzado sobre ruedas por el Canal hacia la Cartuja, acompañados por nuestro soberano cierzo, eso sí a nuestro favor al dirigirnos hacia el punto de destino y enfrentados cara a cara a nuestro regreso, que es como mejor se calibra y experimenta la soberanía, en este caso del Cierzo.
Así de precioso y primaveral estaba el campo
Un paseo un tanto batallado, pero muy agradable y reparador.