PARQUE LINEAL DEL MANZANARES-EL PARDO
Este
mes nos hemos ido a Madrid en busca de un combinado multisensorial que hemos
encontrado y recorrido de la mano de nuestros amigos Jesús Lucas, Mª Angeles Barreda,
Jesús Castla, Lola Nieto y Mariano Vara. Un fin de semana en el que hemos
combinado el disfrute de la naturaleza sobre ruedas y andando con el del
espectáculo, la cultura y la gastronomía.
. El sábado lo iniciamos en el Parque Lineal del Manzanares, cuenca baja del Manzanares que atraviesa los municipios de Madrid, Getafe y Rivas. Dada su enorme extensión ha sido subdividida en tramos, con diferentes características según el grado de intervención de los respectivos municipios.
EL SECTOR SENDERISTA
El 2º Tramo es un espacio con altas cotas de degradación paisajística y medioambiental, preservando a la vez muchos aspectos históricos y ambientales.
En el 3er Tramo el
Manzanares acaba muriendo en el Jarama.
Continuamos hacia el monte del Pardo, el gran parque natural de la villa de Madrid. Cazadero real desde tiempos de Alfonso X El Sabio, que en la actualidad pertenece a Patrimonio Nacional y la mayor parte de su extensión se encuentra cerrada al público. Sede de la dictadura franquista y que alberga el Palacio Real de el Pardo y el Palacio de la Zarzuela, residencia de la realeza que soportamos y mantenemos los españolitos.
Y llegamos al Pardo pueblo.
Comemos gamo entre otras viandas y caldillos, que nos reponen y agilizan (tras el primer sopor) para volver a la capital del reino.
De vuelta a casa nos acicalamos y dirigimos raudos y veloces, unos hacia la mundanal capitalidad y otros al teatro a cultivar el espíritu estético musical con El Lago de los Cisnes y el Ballet de S. Petesburgo.
Tras picoteo alimentario nos sorprende el líquido elemento de vuelta a casa, al cual le damos la bienvenida y agradecemos su aparición a esas horas y no a otras.
Así de contentos acabamos el día
El domingo amanece espléndido.
Nos lanzamos hacia el Museo Arqueológico para contemplar la evolución histórica y cultural de nuestra sociedad, la cual ha dado los variopintos frutos humanos que todos conocemos.
Para terminar y como no una excelente comida bien condimentada y acompañada, de la que acabamos como en un nube.
Un muy agradable y estimulante fin de semana con un ritmo acompasado pero incesante y fluido gracias a los conocimientos y destrezas de nuestros anfitriones.
Gracias amigos, esperamos repetir…… si nos lo permitís.