El pasado miércoles para iniciar esta salida tuvimos que madrugar, mirar al cielo y deshojar la margarita de: lloverá no lloverá, vamos no vamos……
Por fin resultó “vamos” y rápidamente nos lanzamos a la
estación, pues para iniciar nuestro recorrido teníamos que coger el tren. La ruta propuesta era recorrer un
tramo de la comarca de Calatayud. Pasando por Ruesca llegar a Miedes y vuelta a Calatayud.
Una subidica constante
entre campos de cultivo orgullosos y provocadores de su excelencia y sabrosa
riqueza: viñedos, cerezos, almendros, cereal y frutales.
A nuestro paso nos encontramos con variadas propuestas de
visitas interesantes, pero nos tuvimos que conformar con verlas desde el
exterior pues todo estaba cerrado.
Obras de maestros mudéjares que abundan en este reino del ladrillo: Iglesias, Centro de interpretación
Baltasar Gracián, Acueducto de Belmonte de Gracián,…. .
Y para terminar visitamos el histórico edificio de la UNED , donde además
de sentir la mirada orgullosa y entrañable
de Antonio al explicarnos que él la había hecho en su día, contemplamos una
exposición sobre diversas expresiones artísticas del Covid.
Un buen lazo para un día repleto de sensaciones placenteras y reflexivas.